viernes, 25 de enero de 2008

Entrevista a Dña. Carmen Chans

El pasado 12 de Enero tuvimos la oportunidad de conversar con Carmen Chans, presidenta de las mariscadoras de a pie de la ría de O Burgo y vicepatrona de la Cofradía de Pescadores de A Coruña.
Dado que se trata de una entrevista, no estableceremos juicios de valor, simplemente vamos a resumir la conversación que mantuvimos con ella.

Desde abril de 2007, la ría de O Burgo está catalogada como zona C de marisqueo (contaminada por aguas fecales). Ante esta situación, los mariscadores (tanto de a pie como de a flote) viven una situación muy crítica, ya que llevan un año sin poder trabajar. Las mariscadoras de a pie, no pueden trasladar el marisco a otras zonas menos contaminadas (zonas B, como en el caso de Ferrol) porque en A Coruña no existen. Sin embargo, los mariscadores de a flote sí podrían realizar el traslado del mismo, llevándose el marisco a la zona de O Parrote (próximo al Castillo de San Antón); de cualquier manera, las mariscadoras de a pie no se lo consienten, ya que consideran que se trata de una injusticia porque se llevan la cría y se quedarían sin ella para cuando se abra la ría.
Ante este conflicto, ellas consideran, que la mejor solución sería que la Xunta les proporcionase la cría, para que ellas no se vieran perjudicadas y ellos pudieran faenar, pero hasta ahora no lo han conseguido.


Carmen recuerda la ría siempre con vertidos, pero reconoce que en los últimos años la situación ha empeorado mucho, existiendo lugares en los que ya no se puede trabajar, como por ejemplo la zona del puente romano, debido al fondo fangoso que impide el crecimiento del marisco. El aumento de la población en la zona ha sido considerable en los últimos años y el sistema de depuración de las aguas residuales sigue siendo el mismo, por lo que no es de extrañar que la ría esté tan contaminada.
La contaminación procede de las aguas residuales que vierten a la ría los ayuntamientos de Cambre, Culleredo, Oleiros y A Coruña (siendo éste último el principal contaminante), además de diversas empresas y fábricas. Las mariscadoras han denunciado en numerosas ocasiones a estas empresas, pero las multas impuestas resultan tan insignificantes que les compensa pagarlas y seguir contaminando. Cuando se detecta un vertido, las mariscadoras avisan al Seprona y a Aguas de Galicia, que realizan los análisis y pruebas pertinentes, pero finalmente no se toman las medidas adecuadas.
Además de la contaminación, estos trabajadores se enfrentan al problema que les supone el furtivismo. Las mariscadoras de a pie comenzaron a manifestarse por esta causa, porque como dice Carmen, “… aunque antes había más furtivos, por lo menos respetaban la cría…”. Además de quitarles el marisco de su zona de trabajo, los furtivos lo venden a bajo coste a los mercados de plazas de abasto, restaurantes y distribuidoras, lo que puede ocasionar problemas de intoxicación alimentaria por no estar depurado.


Forquiña requisada a un furtivo

Anteriormente, la Comandancia de Marina era la encargada de regular el marisqueo, pero actualmente ese papel lo desempeña la Xunta, y desde el punto de vista de la presidenta, “… sólo se encargan de cobrar impuestos pero no nos solucionan nada…”.
Debido al problema que supone el furtivismo, las mariscadoras de a pie perciben 820 € por 10 días de trabajo al mes, que al no poder marisquear, consiste en la regeneración y vigilancia de la ría.
El plan de explotación que les propuso la Xunta para cuando se abra la ría, y que ellas rechazaron, consistía en trabajar sólo 7 días al mes y reducirles el tope de capturas de marisco, en vez del plan que propusieron las mariscadoras, trabajar 12 días al mes con los mismos topes de marisco que otros años. En palabras de Carmen, “....queremos vivir dignamente de nuestro trabajo, trabajando sólo 7 días al mes no puede vivir ninguna familia.”.
La solución que ellas plantean es que se construya, de una vez por todas, la depuradora de Bens y se regenere la ría. Costas está estudiando la posibilidad de regenerar la parte alta de la ría eliminando el fango que les impide que el marisco crezca; si esto sigue adelante, levantarán el fondo fangoso, medirán la concentración de plomo que haya debajo, y en el caso en que ésta sea muy elevada, añadirán arena de cantera para que se pueda volver a sembrar.
Ante la falta de hechos, las mariscadoras pretenden organizar una mesa redonda donde se reúnan los representantes de la Consellería de Pesca y de Medio Ambiente, Costas y los ayuntamientos implicados, puesto que como “… unos se pasan la pelota a otros…”, es necesario que todos asuman sus responsabilidades y tomen las medidas oportunas. Carmen piensa que todos se lavan las manos en lugar de atajar el problema.
Finalmente, lo que Carmen nos quiso dejar muy claro es que “… queremos seguir trabajando en la ría de O Burgo y no vivir de limosnas. (…) Nosotras nos manifestamos para que nos arreglen el problema, y mientras, que nos paguen por los daños que nos están causando…”.


Agradecemos enormemente a Carmen su colaboración y predisposición en todo momento; fue muy amable al compartir con nosotras sus conocimientos, sus inquietudes y sus experiencias.

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